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Claviceps purpurea - Cornezuelo del Centeno


Hoy tengo el gusto de presentaros el hongo que probablemente más muertes haya causado a lo largo de toda la historia. 

En nada se parece al grupo de las Amanitas tóxicas, ni a los siempre sospechosos Cortinarius o a la letal Galerina marginata, sobre la que ya hablamos en su día, este hongo por muchos conocido, es el Cornezuelo del Centeno (Claviceps purpurea).

Hay mucho escrito sobre él, solamente hay que indagar un poco, pero antes de entrar en detalles a cerca de su historia, quiero haceros una sencilla descripción de la especie. Es un hongo de ecología parásita que se desarrolla a finales de la primavera y durante el verano, y siempre sobre inflorescencias de gramíneas, siendo el centeno la principal planta hospedadora, pero no la única.

Este inconfundible Ascomyceto es conocido generalmente en su forma de esclerocio (estructura de resistencia que os muestro en las fotografías) que destaca por el aspecto más o menos cilíndrico y alargado, ligeramente curvado y con costillas longitudinales bastante patentes, consistencia dura, color negruzco-violáceo y que no supera los 4 centímetros normalmente, del cual, surgirán una serie de fructificaciones en forma de pequeñas "setitas", cuando las condiciones sean adecuadas, normalmente a partir de esclerocios desprendidos y enterrados. 

Estas fructificaciones, muy difíciles de ver (yo no he tenido la suerte), tienen un largo y delgado pie con una cabezuela esférica en el extremo menor de medio centímetro de diámetro, de color ocre-anaranjado y de la que surgen una serie de orificios (ostiolos) por donde expulsará las esporas.

Hay que decir que actualmente es un hongo raro, ya que el centeno su cultiva principalmente como planta forrajera, cortándose la misma en verde e imposibilitando en muchas ocasiones el desarrollo completo del mismo.  

Hoy en día estos esclerocios tienen una gran aplicación en farmacología, ya que contienen en su interior gran cantidad de alcaloides de los que se obtienen diferentes medicamentos, y los cuales, en tiempos pasados generaron grandes epidemias.


Sus múltiples aplicaciones son conocidas desde hace siglos, así por ejemplo los chinos lo usaban como facilitador del parto hace más de 3.000 años, a veces con fatales consecuencias. Durante la edad media y principalmente en Centro Europa produjo muchos miles de muertos, tardándose cientos de años en llegar a conocer la causa de todas estas muertes, ya que las primeras citas de intoxicaciones datan del año 857 en Alemania y no es hasta el Siglo XIX cuando se describe e identifica completamente este hongo, del que en un principio se pensó que era una semilla abortada de la planta.

La enfermedad que producía se ha denominado de múltiples formas, desde Fuego sagrado (Ignis sacer), a Fuego de San Antonio, hasta Ergotismo que será probablemente la más conocida. Existían dos versiones de la enfermedad una convulsiva y menos común, similar a un ataque epiléptico, y otra gangrenosa y más habitual, que desembocaba en la mayoría de las ocasiones en la muerte. 

El porqué de esta gangrena que iba arrebatando las extremidades y apéndices del afectado, se explica por la larga serie de alcaloides (ergotamina, ergosinina, etc) que posee este hongo y que tienen un potentísimo efecto vasoconstrictor en el organismo. Fue una pandemia clasista, ya que era curioso ver como afectaba casi exclusivamente a las clases bajas de la población, mientras que los nobles y el clero no sufrían apenas estragos. Todo debido a que el pueblo, consumía asiduamente pan de centeno en el que iban mezclados estos esclerocios molidos, y más en épocas de hambruna donde se intensificaban las epidemias, mientras que el clero y los nobles consumían el pan de trigo y no sufrían sus consecuencias.

Se le denominó Fuego de San Antonio, por atribuírsele a él muchas de las curaciones de estos enfermos, los cuales, asistían a los sanatorios e iglesias edificadas en su honor, en las que las paredes estaban pintadas de rojo para indicar que allí se trataba la enfermedad, y donde éstos mejoraban notablemente al poco de alojarse allí, fundamentalmente debido a que el clero sustituía el pan de centeno por el de trigo.

En la actualidad no existen citas recientes de intoxicación con este hongo, que por otra parte como ya dije es muy utilizado en farmacia por la gran cantidad de sustancias químicas que posee en su composición. Dichas sustancias, fueron estudiadas por el conocido químico de origen suizo Albert Hoffman, y entre ellas ciertos alcaloides hidrosolubles que poseen efectos psicoactivos, siendo precursores del ácido lisérgico, más conocido como LSD, que estuvo tan de moda hace unas décadas como una de las primeras drogas de origen químico. 

Las fotografías podemos también decir que son de laboratorio, ya que las realicé durante el transcurso de una exposición micológica en el año 2.008, y que venimos realizando desde 2.004 a través de la Asociación, para lo cual, construimos un pequeño set donde realizamos nuestras fotografías micológicas de estudio. 

Las espigas y el cornezuelo fueron cedidas (y todavía las conservamos) a la Asociación por Emilio Blanco Castro, etnobotánico y socio de honor de la misma, que cuenta con gran número de publicaciones y estudios en esa materia. ¡¡Espero que os haya gustado esta larga entrada!!

 
Subdivisión - Ascomycotina; Orden - Clavicepitales; Familia - Clavicepitaceae
Género - Claviceps; Especie - Claviceps purpurea
70mm; f5; 1 seg; 100ISO; +0,3 EV; Trípode