Os presento una seta que podríamos decir que es inconfundible, y a la que podríamos llamar perfectamente Ajera o Seta del Ajo, aunque oficialmente creo que no tiene nombre vulgar, y es que desprende un olor a ajo muy potente con sólo rozarla.
En cuanto a su morfología no es una seta muy llamativa, es más bien de pequeño tamaño, al menos el sombrero, ya que no suele superar los 3-4 centímetros de diámetro, de una coloración cremosa o blanquecina, también en las láminas, y con forma entre aplanada y campanulada. El píe sin embargo es bastante largo, alcanzando hasta 12-14 centímetros, de color marrón muy oscuro, casi negro, y tacto ligeramente aterciopelado.
El hábitat de esta especie es también determinante, ya que se desarrolla exclusivamente sobre restos enterrados de haya, por lo que es relativamente sencillo encontrarla a finales de verano y durante el otoño en cualquier hayedo.
En el otoño cuando caminas entre las hayas con el suelo cubierto de hojas, donde es difícil verla, es fácilmente detectable por su olor, ya que a nada que roces o pises una (sin querer por supuesto) el olor empieza a dispersarse de manera impresionante.
La fotografía la realicé el pasado otoño en el Hayedo de la Pedrosa, aquí en Segovia, y a pesar de ser un otoño muy seco y poco fructífero, se dejaron ver unos pocos ejemplares de esta curiosa especie...
En cuanto a su morfología no es una seta muy llamativa, es más bien de pequeño tamaño, al menos el sombrero, ya que no suele superar los 3-4 centímetros de diámetro, de una coloración cremosa o blanquecina, también en las láminas, y con forma entre aplanada y campanulada. El píe sin embargo es bastante largo, alcanzando hasta 12-14 centímetros, de color marrón muy oscuro, casi negro, y tacto ligeramente aterciopelado.
El hábitat de esta especie es también determinante, ya que se desarrolla exclusivamente sobre restos enterrados de haya, por lo que es relativamente sencillo encontrarla a finales de verano y durante el otoño en cualquier hayedo.
En el otoño cuando caminas entre las hayas con el suelo cubierto de hojas, donde es difícil verla, es fácilmente detectable por su olor, ya que a nada que roces o pises una (sin querer por supuesto) el olor empieza a dispersarse de manera impresionante.
La fotografía la realicé el pasado otoño en el Hayedo de la Pedrosa, aquí en Segovia, y a pesar de ser un otoño muy seco y poco fructífero, se dejaron ver unos pocos ejemplares de esta curiosa especie...
Subdivisión - Basidiomycotina; Orden - Tricholomatales; Familia - Marasmiaceae
Género - Marasmius; Especie - Marasmius alliaceus
28mm; f8; 1/4; 100ISO; Trípode
Género - Marasmius; Especie - Marasmius alliaceus
28mm; f8; 1/4; 100ISO; Trípode