El buen tiempo ya terminó y pocas son las mariposas que aún resisten, muchas de ellas ya han desaparecido por este año, algunas se disponen a esperar bien resguardadas los rayos de sol de los últimos días de invierno, y otras, las menos, todavía campean movidas por las suaves temperaturas del mediodia.
Un ejemplo de estas últimas es la mariposa Rey Moro, que aprovecha sus últimos días para depositar al vuelo sus huevos entre la vegetación, sus orugas pasarán el invierno cobijadas bajo las plantas y se enterrarán en primavera para crisalidar, permitiendo que en años venideros podamos desfrutar de su bello vuelo.
Es una mariposa de gran tamaño, llegando incluso hasta los 6 centímetros, pero poco llamativa en cuanto a su coloración, en la que destacan los colores grises y pardos. El anverso y el reverso son prácticamente idénticos aunque el primero es más oscuro, casi negro; ambos están surcados por una ancha franja blanquecina, resaltando un ocelo de color negro en la punta de las alas anteriores.
Sus plantas nutricias son principalmente gramíneas y podemos verlas volar en prácticamente cualquier ecosistema, aunque por estas tierras es muy común encontrarlas en los pinares, camufladas entre las cortezas como si de una de ellas se tratase.
Su época de vuelo se extiende entre los meses de julio y septiembre-octubre, normalmente en una única generación, siendo una mariposa bastante abundante y sencilla de encontrar.
La fotografía he realizado hace unos días en uno de los muchos pinares que inundan el centro de esta tierra Segoviana. Como no disponía del macro en ese momento, utilice un teleobjetivo, permitiéndome además de conseguir un fondo agradable, no tener que acercarme mucho a ella, ya que estos ninfálidos suelen ser mariposas muy veloces y huidizas...
Clase - Insecta; Orden - Lepidoptera; Familia - Nymphalidae
Género - Kanetisa; Especie - Kanetisa circe
200mm; f4; 1/500 ; 200ISO; +0,3 Ev