Como ya comentaba en la última entrada, pretendo hablaros un poco más de micología durante al menos lo que queda de año, así que vamos a ello.
Para hoy uno de esos hongos que habitualmente pasan desapercibidos, tanto por su pequeño tamaño como por su ubicación o hábitat en campo, dado que en muchas ocasiones es necesario tener que levantar o mover restos de madera en descomposición para llegar a encontrarlos, es decir, es uno de esos hongos que hay que buscar casi a conciencia.
Sus cuerpos de fructificación rondan el centímetro, en el mejor de los casos, con tonalidades grisáceas o negruzcas en la cutícula y ligeramente más clara en las gruesas y distantes láminas. Carece de pie y posee una textura más o menos gelatinosa en la juventud, finalmente se secan y endurecen. Además, crecen de forma gregaria y se desarrollan de forma saprófita.
La fotografía fue realizada a finales del mes de enero en el entorno natural de la Fuente de Covatillas, a orillas del Río Pirón, en la provincia de Segovia. Una vez más queda patente que podemos disfrutar del mundo de los hongos durante todo el año!!
Subdivisión - Basidiomycotina; Orden - Tricholomatales; Familia - Pleurotaceae
Género - Resupinatus; Especie - Resupinatus applicatus
100mm; f5,6; 1/160; 200ISO; Flash